domingo, 29 de abril de 2007

En busca de la felicidad



El texto que yo pongo es de mi propia cosecha. Demasiado metafórico, demasiado irreal, demasiado romántico para creer que eso pueda ser la felicidad, aunque seguro que más de uno sabe a qué me refiero y a vivido algún momento así. Hay momentos en la vida en los que una película, una canción, un poema, un amor, te emociona de tal forma que te deja en un estado de nostalgia y tristeza unida a una armonía con el mundo que sabe a... magia. Te sientes capaz de todo, haces mil planes, te sientes exultante, dejas que la imaginación te lleve a los lugares que siempre has soñado... Y de pronto, esa sensación se marchita hasta que la vida te regale de nuevo otro "eterno relámpago" Mi felicidad es algo más humilde y sencilla que lo que expongo en el texto. Haré un comentario para no hacer esto más extenso aún.

Os invito a que penseis y escribais sobre qué creeis que es la felicidad. Podeis hacer una reflexión, o poner una simple definición. Quizás dentro de unos años pensemos todos de forma distinta. Quizás la felicidad sea relativa. Para un futbolista la felicidad será ganar el mundial, para un enfermo será tener salud, para el pobre quizás tener dinero, para el hambriento un pedacito de pan...

¿Qué es para vosotros la felicidad? ¿La felicidad es relativa? ¿Hay alguna felicidad absoluta para el ser humano?


Este poema o texto lo escribí hace ya unos meses. Fue una noche, después de ver una película, creo que fue "el club de los poetas muertos", aunque no recuerdo bien. Lo retoqué un poco, el original tenía ciertas diferencias, pero la base es la misma.

ETERNO RELÁMPAGO

Siento la emoción en mi interior. Puedo sentirme un cazador, un último mohicano, un poeta muerto y hasta un Rocky boxeador. Puedo amar hasta el último rincón de este insensato, indefenso y hermoso mundo. Puedo sentir la emoción en mi corazón provocada por sueños tales como una tarde de lluvia en el bosque verdoso e inquietante, una enorme cascada decorada con altos, fuertes y robustos árboles. Nostálgico color verde, paisajes llenos de árboles verdes oscuros que entonan un bello misterio dentro del canto de la vida que ensanchan mi corazón, me hacen vivir, me hacen sentir nostalgia por lugares que apenas un destello de su luz crea un sollozo en el alma haciendo de cada segundo una eternidad de paz, sosiego, armonía, agresividad enraizada mezclada con templanza divina y purificante, dejando tus emociones llenas de valentía y coraje, todo tu mundo interior a flor de piel.

La mujer soñada apenas está al alcance de la mano, apenas puedo acariciarla, hablarle al oído. Apenas mi corazón le abraza con susurros prohibidos que producen sentimientos prohibidos…

Sueños referidos a una tormenta fugaz y alegre como esta armonía. Lluvias relampagueantes que pueblan mi imaginación de agua de Vida fluyendo por lugares dónde Dios está presente, y en un silencio espiritual voy escuchando, a través de una lluvia fina y cascadas y pajaritos, amor, paz, vida, eternidad, libertad… Allá a lo lejos, vislumbro a una preciosa doncella sonriéndome serenamente… ¿Es acaso lo que siento felicidad?

Es apenas un relámpago, apenas un dulce susurro, apenas una breve caricia, apenas un contacto sordo y eterno con sus labios dulces, hermosos y apasionados. Es apenas un relámpago, pero lleva la magia que empuja a corazones oprimidos, dubitativos e infieles a sí mismos, a la valentía y la emoción de ser uno mismo aunque sea por estos eternos segundos…

No sé si la felicidad es esto, no sé si es que una película, una canción, un libro o un poema, un tímido animal, una madre amamantando a su hijo, un roce con sus manos, un bocado que sepa a gloria te hagan sollozar el alma, y creer que tus sueños son alcanzables, sea la felicidad. No sé si es esto, pero estos eternos relámpagos, está armonía con el mundo, las personas y el universo me guían hacía un corazón más fuerte, más vivo, más hermoso… ¿Es acaso esto la felicidad? Relámpagos, que una y otra vez según quieran me queman el alma y el corazón alimentándome de sueños, de ternura, de amor, de inocencia, de sosiego, de libertad, de dulzura… ¿Serán acaso la suma de estos eternos relámpagos, la felicidad?


4 comentarios:

raquel dijo...

Me encanta que hables de esto Javi porque me parece un tema muy interesante...
Para mí la felicidad es como el amor, la tristeza, es una emoción que no podemos ver,ni tocar pero sí sentir. Si tuviese que definirla una buena definición sería: la felicidad es la ausencia de sufrimiento, de dolor, estar siempre alegre, no tener problemas...etc, pero para mí no signifca esto, quizás por mi experiencia en la vida y el entorno en el que me he criado, entre otras cosas, para mí la felicidad son los pequeños momentos, una mirada, una caricia, una sonrisa...que te hacen sentir lleno de vida e ilusión. Considero necesario el sufrimiento para que exista la felicidad, si yo no hubiese sufrido antes de un suceso importante en mi vida quizás ahora no sería la misma, ni valoraría las cosas como ahora, ni siquiera una simple sonrisa me hubiese hecho en un determinado momento la persona más feliz del mundo. Así pues para mí la palabra clave para ser feliz es "ACEPTAR", tanto lo bueno como lo malo. Creo que saber aceptar lo que te ocurre en la vida te ayuda( al menos a mí) a aprender,madurar,crecer,a ser más fuerte..en definitiva a vivir.

Javier Arturo dijo...

John Lennon dijo: "El amor es la respuesta".

Hoy en el típico álbum de comuniones he visto como mi padre firmaba de esta forma: "La clave de la feclicidad está en ser feliz tres o cuatro veces al día de 7 de la mañana a 11 de la noche. Procura hacerlo todos los días de tu vida"

Raquel, me parece que te contradices en algunas partes de tu texto, aunque me gusta cómo terminas.

1. Dices que una buena definición sería la ausencia de dolor. Luego que no es así. La cuestión es que sin haber sufrido la noche no puedes saber cuan precioso es el sol y la importancia de la luz que transmite, que sin lo amargo, lo dulce no es tan dulce, que ser feliz conlleva un peaje: cicatrices. Heridas que se abren una y otra vez, pero sanan. Un corazón sin cicatrices no es digno de ser un corazón feliz. Como dijo un tal Ugo Foscolo: "Cada lágrima enseña a los mortales una verdad"

Veo clave la idea que aportas de "aceptar". Las cosas ocurren, lo que importa es cómo utilicemos nuestras herramientas para hacer de lo ocurrido algo positivo.

Creo que esta idea también incluye el rechazar las hipótesis. "Y si yo hubiera hecho..." Las cosas suceden, nosotros elegimos el camino adecuada hacia la felicidad.

Pensad no obstante, que no es lo mismo aceptar que resignarse.

Según la RAE: Aceptar: "Recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga" ; Resignarse: "Someterse, entregarse a la voluntad de alguien".

HS dijo...

¡Qué difícil resulta describir la felicidad! Es uno de los sentimientos más anhelados, más idealizados, sin embargo nadie es realmente capaz de poner unas palabras para describir la paleta de emociones que le dan vida. Como bien dices en tu título “en busca de la felicidad”, todos los seres humanos “buscamos” esa felicidad en cosas, pertenencias o personas. Pero pocas veces intentamos buscarla dentro de nosotros. La felicidad no es un fin sino un estado. Es la armonía que existe entre nuestra mente y nuestro cuerpo, el equilibrio que reside dentro de nosotros, una paz interior que nos ayuda a comulgar con nuestro entorno y que sólo desea ser transmitida a los demás. Es una mezcla de alegría e ilusión, de nostalgia o añoranza.
Ser feliz no depende de las circunstancias, sólo depende de uno mismo. Estoy de acuerdo en cuanto a lo de “aceptar” lo que la vida te ofrece (sea bueno o malo) porque siempre lleva alguna enseñanza que nos sirva a nosotros o a nuestros seres queridos. No obstante, no hay que ser conformista, ya que la vida no nos regala nada. Nos enseña el camino, nos envía señales, pero al fin y al cabo los que actuamos somos nosotros.
Creo que simplemente hay que saber valorar lo que uno tiene y sobre todo lo que es capaz de dar. (“No se disfruta realmente la propia felicidad cuando falta la de los otros” Georges Bernanos; “El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos” Fernando Savater).
Sé que es muy fácil decirlo, puesto que si fuera tan sencillo ver el lado positivo de las cosas, todos seríamos felices. Pero es un reto que nos tenemos que plantear, un desafío a nuestro pesimismo, a nuestra resignación.
Me enviaron hace tiempo un e-mail que me hizo reflexionar bastante, aquí os lo transmito:
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después... Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.
Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos. La verdad es que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA MISMO.
Si no es ahora, ¿cuando? La vida siempre estará llena de “luegos”, de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas... No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es AHORA... ATESORA CADA MOMENTO QUE VIVES, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE.
Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente ÉSTE PARA SER FELIZ... LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO. TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS DINERO, AMA COMO SI NUNCA TE HUBIERAN HERIDO, Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA MIRANDO.
Un abrazo y que seáis felices, ya que tenemos más razones para serlo que para no serlo.

Javier Arturo dijo...

Gracias por participar "HS". Lo que relatas es el clásico "carpe diem". "Recoged las rosas mientras podáis".

También creo que la felicidad tiene algo de nostalgia, algo de soledad... "nacemos y morimos solos".