Poema escénico.
Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
Lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.
Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted aburrido.
Dígame, ¿a dónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor, que vaya a las iglesias
Con ese aburrimiento.
¿Que a los museos dice siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo, ¡oooh!
He pisado una caca
Acabo de pisar ¡Santo Dios! una caca
Dicen que trae suerte el pisar una caca
Que trae mucha suerte el pisar una caca
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte la la suerte?
Estoy pegado al suelo.No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más
Me morí.
He puesto este poema de Rafael Alberti porque me ha gustado, y voy a explicar la manera en la que yo lo entiendo, lo que a mi me ha sugerido.
El día quince hará un año desde que me ingresaron en el hospital por una "pancreatitis aguda etílica". Fue para mí un golpe muy duro, después de un tiempo muy difícil, una de las épocas de las que más me ha costado salir, en la que estaba inmerso en un pesimismo generalizado. La confianza en mí mismo había ido desapareciendo, se había ido erosionando, se fue perdiendo martillazo a martillazo... Y cada golpe me hundía más y apenas se sentía ya dolor.
Recuerdo el verano pasado como una de las épocas más duras de mi vida, sino la que más. Pero yo creo que en la adversidad es uno de los lugares en los que más se aprende, y un lugar necesario para luego cuando sale el sol poder disfrutarlo, saborearlo y darte cuenta de que también pasarán los buenos momentos, al igual que los malos, y así parece que esto es un ciclo.
De alguna forma, una de las muchas cosas que me llevaron a ese estado, fue el aburrimiento. Quizás, más que el aburrimiento, la inactividad. Y he encontrado mi gran talón de Aquiles, pues este año me ha vuelto a pasar al estudiar los exámenes de Septiembre, sólo que este año soy más fuerte, más maduro y con las cosas más claras. La inactividad es lo que a mí al menos, cuando peor he estado lo que me ha hecho sufrir más y más.
Tengo alguna amiga/o que envidio porque siempre están haciendo cosas, se apuntan a estudiar idiomas, a trabajar, estudian, hacen deporte... A mi hay tantas cosas que me gustaría hacer y que luego por pereza, por miedo, por agobio no hago y me lleva a ese estado de aburrimiento que es demoledor. Es demoledor, y como me parece a mi que aparece en el poema, lleva a la estúpidez, a la irracionalidad y puede acabar haciendo mucho daño (A mi ya me lo hizo). Esto me ha llevado incluso a tener un mote en mi casa "Javi el planes". Javi, siempre tan idealista y tan planeador, y luego todos se quedan en el tintero...
Esto es con más o menos exactitud lo que me ha planteado este poema de Rafael Alberti. Quizás a vosotros os sugiera algo también, o quizás no.
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