Pues aquí estoy en el monte pamplonica... Dos semanas que me fuí allí con mis dos hermanos mayores (éste es Alberto). Nos fuímos al monte con un profesor de la Universidad de Navarra, que es muy aficionado al monte y nos llevó. Fue una buena ruta, algo "light" porque mi hermano está mal de la rodilla, pero sin duda, después de tantísimo sin ir al monte, observar de cerca todo ese repertorio de árboles, de caminos... Fue como una bocanada de aire fresco y puro, una renovación para mi espíritu y cabeza. Me sentó muy, muy bien volver a ir al monte... Es de las cosas que más me gustan, a pesar de que lo frecuente poquito.
Para un romántico empedernido como creo que soy yo, llegar a un pico (por pocos metros que sean) y observar todo un paisaje precioso desde lo alto... Para mí es una sensación indescriptible. Es algo que me pone nostalgico, triste, feliz, en paz, a gusto conmigo mismo, me acerca a Dios, me aclara las ideas, me reconforta...
Bendito monte, sí señor, bendita naturaleza...
P.D: Y bendita bebida fresca al llegar al pico... ¡¡qué bien sienta una buena coca-cola o cervecita en su caso!!
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