viernes, 12 de octubre de 2007

Antes del atardecer


Yo suelo sentirme como un bicho raro, no soy capaz de pasar de una cosa a otra así, sin más. La mayoría de personas, cuando tienen una aventura o una relación larga y rompen, la olvidan. Pasan a otra cosa y olvidan como si nada hubiera pasado. Yo jamás he olvidado a alguien con quien he compartido algo, porque cada persona tiene sus cualidades propias. No se puede reemplazar a nadie, lo que se pierde se pierde. Cada vez que he acabado una relación me afecta muchísimo, jamás me recupero del todo. Por eso pongo mucho cuidado en las relaciones, porque me duelen demasiado. ¡Aunque sea un rollo de una noche! No suelo tenerlos porque echaría de menos las cualidades propias de esa persona.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas Javi, ya que siempre te quejas de que paso por aqui pero nunca dejo huella...hoy voy a intentarlo, más que nada porque este texto me interesa bastante. Y que sepas que esto es una razón (y grande) por la que este blog debe continuar: has conseguido que yo piense e intente dar mi opinión, cosa que ya sabes que a veces me cuesta.

Respecto a lo que dices en el texto...decirte que no estoy del todo de acuerdo; yo no creo que la mayoria de personas olviden sus relaciones, más que nada, porque todas las relaciones, ya sean largas o cortas, te aportan algo, y ese algo siempre lo tienes en cuenta. El problema es que la gente quiere dar la impresión de que ha olvidado esa relación, ya sea por orgullo, por el qué dirán o por cualquier razon.
A todo el mundo le afecta que se acabé una relación, pero no a todos por igual, siempre te he dicho que quizás tu te ves (o te quieres ver) siempre muy afectado, y eso tiene su lado bueno, pero también su lado malo, es un cuchillo de doble filo, como tu mismo has puesto en otro archivo de tu blog.
Y en mi forma de pensar, no hay que dejar de hacer algo por miedo a echar de menos las cualidades de una persona; muchas veces es en esas pequeñas y cortas relaciones, por llamarlo de alguna manera, en las que de verdad se conocen aspectos interesantes y que realmente pueden llegar a marcarte.
Y por último; no se trata de reemplazar a nadie; NADIE ES REEMPLAZABLE; se trata de vivir tu vida, y no puedes vivirla estancado en una relación que acabó hace X tiempo, porque es ahí cuando empiezas a perder la visión de TU vida y empieza a estar condicionada por agentes, elementos, circunstancias... que no deben tener tanta importancia.

Bueno, aquí acabo esto que es muy tarde y mañana tengo un dia duro. Espero por lo menos haberme expresado decentemente, para que puedas entender lo que pienso, aunque creo que ya lo sabes de tantas veces que hemos hablado de estos temas. Un abrazo y continua con el blog.

Carrillo

HS dijo...

Hola Javi. Después de un tiempo sin escribir, vuelvo a aparecer por aquí.

Ya sabemos lo complicado que es el tema del amor y de las relaciones. Nos afecta a diario aunque no nos demos cuenta.
Tengo que decir que no estoy del todo de acuerdo contigo. Estar con alguien significa compartir tu persona y tu vida con él, ya sea por un tiempo corto o largo. Creo que ambos coincidimos en el hecho de que "amar" es "entregarse". Allí sí que me gustaría diferenciar una relación de un "rollo". De lo segundo no hablaré porque es algo que no he vivido, ni me ha interesado nunca. Tal vez porque soy una persona extremista a la que le gusta "dar todo o nada".
Cuando una relación acaba, uno se tiene que enfrentar a muchísimas cosas: un futuro incierto, otra rutina, quizás soledad y por supuesto el dolor de "perder" a ese ser querido. Y en función de nuestro carácter, recurrimos a diversas formas de superación, ya sea mediante el “olvido”, un nuevo romance o el repliegue sobre sí mismo. Pero en el fondo, todos sentimos lo mismo, aunque no lo queramos ver.
En mi opinión no existe el olvido, sino el “no pensar”. ¿Cómo se puede borrar el recuerdo y la huella que otra persona deja en nosotros? De ninguna manera, por lo que optamos por no recordar, tirando o desechando todo lo que puede evocar al ser querido.
Hablas también de reemplazar. Es cierto que mucha gente trata de “sustituir” al ex, pero yo creo que en realidad lo único que buscan es volver a sentir lo que les aportaba. Todos sabemos que es imposible reemplazar a nadie, pero ante la repentina carencia de afecto que produce una separación, la necesidad de cariño hace que queramos encontrar a alguien lo más pronto posible. Esto lleva muchas veces a relaciones equivocadas, pues su base no es el aprecio, afecto y amor mutuo, sino la simple satisfacción de una necesidad.
Finalmente, mencionas el repliegue personal. Analizar lo que hemos hecho mal o lo que nos ha llevado a la ruptura puede ser beneficioso siempre y cuando no lleva al rechazo al posible sufrimiento. Construir una relación siempre implica una parte positiva y negativa, una de placer y otra de dolor, y nadie puede asegurar en su inicio si tendrá futuro. No creo que preservarse de ese posible dolor sea la solución. Pienso que siempre hay que mantener el desapego suficiente para no caer en la dependencia emocional, conservar su individualidad, valorar la otra persona por lo que es y lo que aporta pero sin miedo a que nos afecte. Creo que en la balanza pesa más vivir algo (aunque nos cause sufrimiento), antes que renunciar a ello para protegernos.
Mantengo una relación de amistad con todos mis ex y eso extraña a mucha gente. Pero si lo he logrado es porque he conseguido superar la ruptura. No he usado ningún método anterior, simplemente he pasado página. Otras experiencias en mi vida me han enseñado a vivir el momento presente y valorar cada experiencia sacando todo lo positivo que me ha aportado. No se trata de fatalismo, pero ¿de qué nos sirve luchar contra algo que ha ocurrido? Prefiero agradecer a esas personas todo lo vivido, pues han hecho que sea tal y como soy ahora, antes que morirme de pena porque ya no lo volveré a experimentar.
No sé si me he expresado bien o si me he ido por las ramas.
Lo único que pretendo decir es que la vida es demasiado corta como para renunciar a ciertas experiencias sólo porque nos puedan producir daño. Todo en esta vida nos afecta en mayor o menos medida y creo que ciertos riesgos sí merecen la pena, aunque no salgamos del todo indemnes.

Supongo que no pensarás lo mismo, pero espero que mi comentario te haga reflexionar y te sirva de algo.

Con cariño.

Nahum dijo...

Gran película, por cierto. Sencilla y compleja a un tiempo.

Muy propia para estas almas adolescentes de las que aún no nos hemos desembarazado.

Javier Arturo dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Sólo un detalle, aunque en parte esté de acuerdo con lo escrito, recordar que lo que he escrito es una frase de la película.

Sabéis que soy muy dado a eso :)

Besos